ACTION: Capítulo 20


action20

 

Categoria: Fanfic Yaoi

Personajes: Nu’est (grupo K-POP) RenMinhyunAronJR y Baekho

(Cada personaje narra en un color diferente.)

Capítulo vigésimo

Camino a su lado, en silencio, ya habrá tiempo para hablar luego.

– ¿Dónde me llevas Baek?

– Ya verás – le respondo sonriendo, intentando parecer calmado – no seas impaciente.

Sacude la cabeza sonriendo un poco. Los moratones de su cara ya empiezan a amarillear, la costra en su frente se ha secado y casi no se ve bajo su flequillo rubio. Que hermoso, y pensar que ya me había enamorado de él antes de verle…

Le tiendo la mano y él me la coge, enlazando nuestros dedos, y seguimos andando.

¿Se puede saber dónde cojones me lleva? ¿Para qué quiere que estemos solos tan lejos de los otros? ¿No será que…? No, imposible, Baekho es muy lento para estas cosas. Aunque si estamos solos a lo mejor puedo aprovechar… ¿Si le beso? ¿Creerá que vamos demasiado rápido? ¿Supongo que no será de esos que esperan al matrimonio, no?

Aunque claro, no hace ni una semana que nos conocemos, a lo mejor es que yo voy demasiado rápido. Pero somos adolescentes, es normal ¿No? Además, si contamos con las cartas hace mucho más que nos conocemos, está justificado.

Sigue andando detrás de mí, y me voy girando de vez en cuanto para verle, sin poder evitar sonreír cada vez que le veo…

Parece tan pequeño y frágil… aunque ya he comprobado que no lo es, es más, creo que sin contar a Aron, que tiene ventaja por su poder, es el más fuerte del grupo, lo que no deja de ser desconcertante… Todos nos sorprendimos la primera vez que le vimos apartando cajas para despejar la zona de nuestro refugio como si nada. Supongo que debe ser el resultado de todas sus peleas con los guardias…

Minhyun, Aron y Lime han estado entrenando con él esta mañana, parecía muy emocionado con la idea. De mientras JR me ha acompañado a buscar más pasillos escondidos. Hemos encontrado tres, ninguno cerca de la habitación e los niños donde pensábamos ir primero. Seguiré buscando. Pero ahora no, ahora me merezco un descanso. Y quiero enseñarle a Ren lo que he encontrado.

Vuelvo a mirarle, le saco la lengua y él se ríe alzando las cejas. Que mono…

Y ahora me saca la lengua, seguro que lo hace para poner a prueba mi autocontrol.

Como no me bese muy pronto le voy a besar, estos dias he estado ocupado pero en cada uno de mis minutos libres no he podido dejar de pensar en eso. En sus labios.

¿Puede que eso tuviera algo que ver con el hecho de que se me diera tan mal con las porras? ¿Por estar pensando en el mientras entrenábamos?

No, no creo, soy un inútil con las porras con Baekho cerca o sin. Aron y la zorra esa han tenido mucha paciencia, eso sí, pero creo que no han tardado demasiado a darme por caso perdido. Yo con una porra soy más peligroso que JR con ganas de abrazar… En cambio ellos parece que hayan hecho esgrima toda su vida, vale que a esa la han entrenado para esto, para luchar y apalizar pero los otros simplemente lo han pillado en seguida. Todos menos yo, como siempre.

Suerte que el atontado ha tenido la luminosa idea de probar con las pistolas. Eso sí que mola. Después de mi penosa actuación con las porras creo que todos estaban tremendamente sorprendidos de ver que soy capaz de disparar. Y no solo eso, puedo disparar y hacerlo BIEN. Mejor que los otros (excepto Min, que es todo un profesional).

Por primera vez en mucho tiempo me siento útil, que puedo hacer algo que los otros no pueden, que soy bueno en algo y no una carga. Así que mientras ellos se dedican a pegarse con las porras, yo y Min practicamos en dianas improvisadas. Es divertido y todo, si no fuera porque tampoco podemos malgastar municiones me pasaría horas practicando.

Cuando volvamos le diré a Min que me enseñe a disparar con dos a la vez, una en cada mano, molará. Hablando de volver, ¿dónde estamos? Creo que por esta parte de almacenes todavía no había pasado, ¿se puede saber que está pasando? Como no me dé explicaciones pronto voy a empezar a hacerme ilusiones de que no es tan lento como parecía y sí que quiere lo mismo que yo.

O a lo mejor es un romántico… y yo no lo soy, el hecho de que vayamos cogidos de la mano y que este nervioso solo por eso no significa nada, no somos como esas repelentes parejitas acarameladas. No me gustaría tener una cita en un parque de atracciones ni ir con ropa de pareja… ni que me regale chocolates por San Valentín…

Que carita tan mona que ha puesto… ¿Que estará pensando?

– ¿En qué piensas?

Le enfoco con la linterna para verle mejor. Se queja y retrocede tapándose los ojos con el brazo. ¿Será para protegerse de la luz? ¿O para que no vea que se ha sonrojado?

Me río, pensando otra vez en lo guapo que es, y sigo caminando.

Al despertar esta mañana lo primero que he visto ha sido a Ren durmiendo, con las largas pestañas sobre su mejilla proyectando largas sombras a la poca luz del farol, con el cabello brillante reluciendo como plata, con sus labios de corazón entreabiertos en un gesto relajado. Ni rastro de la arruga de su frente, ni rastro del cansancio y la preocupación.

Como los demás ya estaban todos levantados le he despertado con cuidado. Ha entreabierto los ojos, me ha sonreído, y ha murmurado «hacía años que no dormía tan bien». Y me ha abrazado largo rato, muy largo rato.

Este simple gesto me da fuerzas para seguir adelante el resto del día.  

 Después, caminando con JR por almacenes me he dado cuenta de que debería hacer algo. Decidir exactamente qué somos, qué relación tenemos. En ningún momento he intentado mentirme diciendo que somos solo amigos, pero por otro lado… Se hace extraño pensar en nada más, y más sin conocer su opinión al respecto. El consejo de JR ha consistido en que, sencillamente, hable con él, y me parece que he encontrado la forma perfecta para hacerlo.

Mientras recorríamos almacenes con Baekho hemos estado discutiendo opciones, que si este pasillo, que si estas escaleras. Técnicas de defensa, de ataque, como escondernos, como evitar que nos encuentren. Planes y más planes. Sinceramente estoy preocupado por lo que pueda pasar. Una parte de mi mente no descansa repitiéndome una y otra vez todo lo que puede salir mal. Por más que nos pasemos horas puliendo los detalles, no tenemos idea de que va a pasar cuando salgamos. Pero no puedo decir eso en voz alta. Todos sabemos que no sirve de nada planear tanto, cuando estemos arriba y nos crucemos con el primer grupo de guardias habrá que pelear, porque no hay otra opción, y nadie sabe qué puede pasar en una pelea.

Le muerte es tabú. Esa posibilidad no se considera.

Pero si alguien muere, se queda atrás.

Es cruel, pero necesario, sino moriremos todos. A la que salgamos de aquí será una batalla constante, supongo que por eso seguimos refugiándonos, escondiéndonos, por eso nadie ha propuesto aun la opción de irnos.

Rasca, rasca, rasca. Afilar cuchillos con una piedra no es la mayor de las diversiones, pero debo reconocer que va bastante bien contra el mal humor.

Lime nos ha dicho que los cuchillos que encontramos el otro día son viejos y no están afilados, que no cortarían ni un trozo de papel, y que si queremos hacer algo útil con ellos deberíamos afilarlos. Nos ha dado piedras de afilar y ella, JR y yo nos hemos puesto manos a la obra.

Rasca, rasca, rasca. Realmente desahoga mucho. Rasca, rasca, rasca.

– Esto… Aron… Creo que este cuchillo ya está afilado, si sigues así vas a quedarte sin cuchillo y sin piedra…

Cállate, estoy de mal humor por tu culpa. Le lanzo a JR una mirada fulminante, y él me mira atónito sin comprender. Claro, finge que no sabes de qué va la cosa. Lo que me faltaba.

Miro mi cuchillo. Vale, tiene razón, creo que éste ya ha tenido suficiente. Suspiro y cojo otro cuchillo para seguir afilándolo.

El día ha comenzado de forma rara. Me ha despertado Min al levantarse súbitamente mientras estábamos abrazados. He abierto los ojos pesadamente, tenía la sensación de que todavía era muy temprano, y me he encontrado a Min sentado a mi lado, temblando y respirando entrecortadamente; tenía muy mala cara.

– ¿Min? ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?

– Sí… Sólo ha sido… una pesadilla…

– Tranquilo, sea lo que sea no era real, ya ha pasado… Ven…

Le he abrazado de nuevo y le he tumbado a mi lado. Sí, sé que a lo mejor debería haber tratado de hablar con él y que me lo contara, pero la verdad es que estaba tan somnoliento que no he sido capaz de hacer más. A los pocos segundos he vuelto a dormirme.

Cuando he despertado de nuevo Min ya no estaba. Le he buscado con la mirada y le he visto un poco lejos de los colchones, sentado en el suelo y cuchicheando con JR. Para variar. No oía lo que decían pero se reían. Y otra vez me han invadido esos malditos celos. Los mismos celos que me  han hecho quedarme tumbado fingiendo estar dormido para ver qué hacían cuando yo no estaba presente.

Han hablado un rato y luego Min ha cogido una de las mochilas que llevábamos cuando llegamos a almacenes, ha hurgado en ella buscando algo y al final ha sacado el melón. Mi melón. Nuestro melón. Lo ha mirado con sorpresa y luego ha exclamado, suficientemente alto como para que yo pudiera oírlo: “¡Guao! ¡Un melón! ¡Me encantan los melones!” He sonreído, estaba seguro de que le gustarían.

Pero luego JR le ha cogido el melón de las manos y lo ha abierto con un cuchillo. Han hecho trozos y han empezado a comérselo. Mi melón. NUESTRO melón, de Min y mío. Debíamos comérnoslo juntos, ¿por qué se lo come con JR?

JR le ha ofrecido un trozo a Min y cuando éste iba a pegarle un mordisco se lo ha apartado y luego se ha reído de ver cómo mi chico cerraba los dientes en el aire. Min, en venganza, ha fregado un trozo contra la mejilla de JR, y luego contra su nariz, para dejarle la cara mojada de jugo. Ambos reían de sus bromas y sus juegos, y cómo hacía ya unos cuantos días que lo cogí de la cocina el melón estaba muy maduro, y por lo tanto tenía mucho jugo, así que ambos han quedado con las manos y la cara completamente empapadas de melón. Y sus carcajadas iban en aumento.

Tengo que reconocer que Min empapado de melón es la cosa más sexy que he visto jamás. Me entraron ganas de lamer todo ese jugo de su cara, y no sólo de su cara… Pero me molestaba que fuera a JR a quién estuviera mostrándose en ese estado, que alguien más que yo pudiera verlo así, que jugueteara con él de esa forma tan… sensual.

Hasta que a JR se le ha quedado un trocito de melón en el labio. Min se lo ha quitado despacio, acariciando sus labios con los dedos, que luego se ha llevado a la boca para comerse el trocito de melón y lamérselos de forma demasiado sexy. ¿Por qué, Min? ¿Por qué le haces eso a él? ¿Es verdad, pues, que no querías nada conmigo por JR? Ayer me dijiste “te quiero”, pero… ¿le quieres más a él?

Luego han acabado de comerse mi melón y han seguido charlando animadamente después de limpiarse un poco. Y yo no me atrevía a levantarme, no podía enfrentarme a ellos. Otra vez esa duda, ese miedo; miedo de que ya no me quiera.

No me he levantado hasta que he visto que Lime lo hacía y que Baekho empezaba a removerse en el colchón. Y luego con los entrenamientos de la mañana he intentado distraerme, pero las dudas no paran de asaltar mi mente. Los celos me comen por dentro. No lo soporto.

No sé yo si esto de afilar cuchillos es muy útil, pero desahoga. Mientras paso una y otra vez esta piedra rasposa contra la hoja metálica vuelven a mi mente todas las dudas de los últimos días, y no son pocas. Como le dije a Minhyun, creo que mi cerebro intenta recuperar el tiempo perdido y ahora piensa demasiado.

Básicamente, llevo todo el día dándole vueltas a lo mismo.

Según el principio de la utilidad del filósofo inglés Jhon Stuart Mill una acción es buena cuando promueve la felicidad del máximo de personas.

Y no dejo de plantearme. ¿Estamos haciendo una buena acción?

Si hago recuento, de forma objetiva, sé que no. La felicidad de nosotros cinco, si es que conseguimos salir los cinco vivos de aquí, contra la felicidad de todos los guardias a los que ya hemos matado, a los que aún vamos a tener que enfrentarnos. No es un buen equilibrio.

Según Baekho es posible que lo que estamos haciendo no esté objetivamente «bien», es probable que nuestras vidas no valgan por todas las que hemos arrebatado, pero él dice que seguirá siendo un poco egoísta y que prefiere mirar por su felicidad antes de mirar por la felicidad de sus verdugos, que no descansará hasta ver libre a Ren. Muy loable, y está claro que también quiero protegerles a ellos, pero no puedo dejar de considerar todo lo demás.

Según Ren, y en sus propias palabras «esos monstruos no merecen que consideres su felicidad, tenemos que salir de aquí y cargarnos a cuantos podamos en el camino». Y lo peor, es que parecía plenamente convencido de eso.

Solo puedo especular acerca de la opinión de Aron, pues en cuanto me he acercado a preguntar a empezado a hacer crujir los nudillos de forma para nada amistosa.

Me interesa la opinión de Lime, ya que puede ser un punto de vista interesante y diferente, pero realmente no sé cómo planteárselo.

Pero las palabras de Minhyun son, sin duda, las que más me convencen. Y ni siquiera he tenido que planteárselo yo. Me ha visto con esa mirada perdida que ya me conoce y ha venido a sentarse a mi lado a preguntarme con que nuevo reto mental me peleaba.

Me hubiera reído si no fueran tan oscuros mis pensamientos.

– ¿En qué piensas? – me ha preguntado.

He dudado en como planteárselo, en si debía decírselo, pero al final se lo he soltado tal cual, su opinión me interesaba.

– … Pensaba que… Tal vez deberíamos rendirnos. – Ha abierto mucho los ojos, sorprendido, y me he visto obligado a explicarme – Es que… Siento que es egoísta escapar así, que está mal…

– ¿Pero cómo va a…? – se ha reído, nervioso, y yo le he cortado para explicarme mejor.

– Según el principio de la utilidad de Mill una acción es buena cuando promueve la felicidad del máximo de personas. Nosotros somos cinco, que si conseguimos escapar, en teoría seremos felices. ¿A cuántos guardias hemos matado? ¿A cuántos hemos hecho «infelices»? ¿Puede compensar eso nuestra felicidad?

He dejado las preguntas en el aire, sin esperar realmente una respuesta concreta.

– ¿Vas a condenarte por algo que dijo un filósofo hace siglos en el otro lado del mundo?

– Estoy de acuerdo con sus ideas. La felicidad de muchos pesa más que la felicidad, o incluso la vida, de pocos.

Se ha quedado callado unos instantes, pensándolo, como hace siempre, y luego me ha preguntado si tenía hambre y se ha puesto a rebuscar en una de las bolsas. Ha sacado un melón, que ambos nos hemos partido mientras seguíamos meditando.

Al final me ha respondido, entre mordisco y mordisco y con el jugo de la fruta, demasiado madura, cayéndole por la comisura de los labios. Argumentaba que nuestra huida no nos hace felices solo a nosotros.

– Tal vez no sea nuestro caso, pero ellos tienen familias, familias que serán felices si vuelven. – ¿Tendrían familia los guardias a los que hemos matado? – También dice Lime que hay guardias que están de nuestro lado, y tampoco creo que toda la gente que trabaja aquí sea «feliz» con su trabajo. Ellos serían felices si escapamos.

Recuerdo a Nara, que nos ayudó cuando capturaron a Ren, a Lime, que nos está ayudando ahora, a Alice, que me cuidó durante todo el tiempo que estuve aquí, que parecía realmente preocupada por mí. Y como se lo pagué…

Tal vez si, tal vez ellas, y más guardias, estén de nuestro lado. Y yo sigo preguntándome: ¿Compensa eso?

Si hago recuento por mí solo tengo mi propia felicidad contra la vida de los tres guardias que he matado. No me compensa.

Y, de nuevo, su respuesta me ha dado mucho que pensar.

– No puedes contar solo por tu felicidad ahora Jonghyun. Tu vida ahora condiciona la felicidad de, mínimo, cuatro personas. Nosotros seríamos infelices si tú mueres.  

Pero sigue sin convencerme.

– Está bien – me ha dicho al fin. – Si no te convenzo con mis propios razonamientos seguiremos con la filosofía…

La filosofía, eso que nos ha unido des que nos dimos cuenta de las ideas que compartíamos. Es algo extraño en alguien de mi edad, pero siempre me ha gustado. Mi madre me leía las obras de filósofos clásicos, me preguntaba para que sacara mis propios razonamientos, aunque yo siempre me decanté más por la filosofía moderna. La ética, la moral…

Mi madre… como le echo de menos… como me duele saber que no volveré a verla…

Pero, precisamente porque es algo extraño, me sorprendió que Minhyun supiera de que le hablaba cuando en nuestras charlas empecé a  citar a antiguos eruditos.

– Mi padre me obligó a estudiar política des de pequeño. – Me respondió al preguntarle – La parte de la filosofía era lo mejor. Era un palo y lo odiaba, pero bueno, se me quedaron cosas, y ahora lo valoro.

– Tienes ideas interesantes.

– He tenido mucho tiempo para pensar aquí. – añadió sonriendo triste.

Vuelvo a centrarme en las reflexiones de esta mañana, cuando discutíamos sobre nuestra huida. Después de un buen rato replicando mis teorías con sus ideas me ha respondido citando a otro filósofo.

– Según Locke en el momento en que alguien te priva de tus derechos, la vida o la libertad, pierde su humanidad, así que tal vez su infelicidad no pese tanto como la tuya.

Pero eso sigue sin convencerme.

– Pero eso es venganza, y no me gusta.

– No, no lo es. Luchas para recuperar un derecho que te han quitado. Y que te han quitado de forma injusta. Eso no es venganza, es justicia.

– ¿Y también es justicia matar para conseguir tus propósitos?

Ha suspirado, y me ha mirado directamente a los ojos al responder.

– JR, intentas ser un héroe en una situación de la que no puedes salir impoluto. A veces las cosas no se limitan a que está bien y que está mal, a veces la situación exige medidas más drásticas, y ahora mismo, las únicas opciones son matar o morir, porque no creo que se aparten y nos dejen ir si les vamos con palabras bonitas.

– Tal vez prefiero morir que matar. – Su mirada era triste, reprochadora, como si me culpara de no querer seguir luchando. – lo siento, pero yo no me veo capaz de seguir viviendo siendo consciente de que hay gente que ha muerto por mi culpa. Des de luego no de seguir estando cuerdo, eso ha quedado demostrado…

No ha insistido más en ese punto, hemos seguido hablando, y al rato me he dado cuenta de que era lo que fallaba, de que era lo que no me convencía.

No culpo a los guardias.

Ellos no me han encerrado aquí, no puedo culparles de mi encierro, solo lo aceptan, igual que hacíamos nosotros. Nos retienen aquí porque es su función, porque alguien les ha ordenado eso. No por su voluntad.

– ¿A quién culpas entonces? – me ha preguntado Minhyun.

Y por un momento he vuelto a estar en mi casa, disparos, yo bajando corriendo por las escaleras, las luces aún apagadas. Mi padre en el suelo. Sangre. Mi madre gritando. Otro disparo. Más sangre. Alguien que me arrastra, los brazos de mi madre extendiéndose hacia mí. Más sangre. Oscuridad. Y una cara.

– Al que mató a mis padres. – Mi voz era apenas un murmuro. – Un hombre trajeado.

Minhyun ha sonreído triste, continuando con mi explicación.

– Con bigote y ojos grises.

He asentido.

– Ojos de acero.

Me ha contado que él también le recordaba, que era el que le había comprado, que fue ese hombre el que nos fue a buscar uno a uno, a todos. Y decidimos que le odiamos. A él y a quien sea que dirige esto, quien sea que da las órdenes para retenernos aquí. Ellos tienen la culpa. Y decido para mí mismo que esos si merecen morir, pero nadie más.

– ¿Ni que sea para defenderte? – he seguido negándome, convencido de que no me iba a convencer. – ¿ni que sea para defendernos a nosotros? – Le he mirado, y él me miraba fijo a los ojos también. – Dices que tu felicidad no te compensa. ¿Te compensa la nuestra?

He apartado la mirada para dar una ojeada a nuestros compañeros durmiendo aun en los colchones.

Ren y Baekho, ambos dispuestos a darlo todo el uno por el otro, que se niegan a dar un paso atrás, que son la fuerza él uno del otro y gracias a los cuales estamos aquí. Aron, que aunque parezca odiarme es importante para Minhyun, y por tanto es importante para mí también. Y Minhyun, que se ha convertido en mi mejor amigo, el único que me comprende, que de alguna llena el vacío que la muerte de mis padres me ha dejado.

Si, por ellos merece la pena matar.

Mientras sigo afilando mi cuchillo me giro para mirar a Min. Está tumbado en un colchón, no ha venido a ayudarnos porque ha dicho que le dolía la cabeza. Tiene la mirada vacía, perdida en algún punto del infinito, y realmente no tiene muy buena cara. Parece muy distraído en sus propios pensamientos.

Me preocupa. Es cierto que estoy un poco dolido con él; bueno, dolido no, confundido… o tal vez desilusionado… No sé, simplemente me duele el hecho de que le haga más caso a JR que a mí. Pero me duele todavía más verle triste, o ver que se encuentra mal. Y ahora mismo su carita me da mucha pena…

– Esto… ¿Os importa si voy a hablar un momento con Min?

– Claro que no, adelante. Le gustará que le hagas compañía si está malo.

JR me sonríe. Por muy sincera que parezca tu sonrisa sé que mientes. No finjas que mi relación con Min te importa, no hagas como si no estuvieras intentando quitármelo; maldito hipócrita. Deja de comportarte como si no entendieras por qué te fulmino con la mirada de nuevo.

En fin, no tengo ganas de discutir, así que le asiento, finjo sonreír y me voy al lado de Min.

– Hola –le saludo al sentarme a su lado.

– Hola –al verme parece despertar de su ensoñación, se incorpora y me dedica una enorme sonrisa. Parece contento de verme a su lado, qué feliz me hace.

– Min… ¿Te encuentras bien? Tienes muy mala cara, me tienes preocupado.

Sonríe otra vez, parece contento de que me preocupe por él. Pero luego su preciosa sonrisa se convierte en una mueca de tristeza.

– Aron… es que yo… tengo miedo…

Tímidamente agarra mi brazo, como intentando buscar mi protección. Y yo sin dudarlo le acerco más a mí, le rodeo con mis brazos, le pego con fuerza a mi cuerpo. El suyo tiembla ligeramente.

– No tengas miedo, estoy aquí contigo. Es normal que te asuste lo que nos espera, pero yo no permitiré que te hagan daño. Te protegeré, te lo prometo, y los demás harán lo mismo. Conseguiremos salir de aquí todos juntos, ya lo verás.

– No… -se separa un poco de mi abrazo para poder mirarme a los ojos. Los suyos están húmedos.- No me asusta lo que pueda pasarnos aquí dentro. Tengo miedo de salir…

¿Cómo? No me esperaba esa respuesta. ¿Cómo se supone que debo interpretar eso?

Ese sueño, esa pesadilla se repite en mi mente una y otra vez. Ahora entiendo por qué Ren no conseguía dormir por culpa de una pesadilla. No es por el sueño en sí, sino por los miedos que representa, miedos que estaban ocultos en mi corazón y en los cuales intentaba no pensar; ahora no pensar en ellos me es imposible…

En el sueño yo estaba en mi celda. Quería moverme pero mi cuerpo no respondía. Por mi alrededor pasaban guardias, turistas, y aunque estaba rodeado de gente me sentía muy solo. Ellos me miraban pero era como si no me vieran, fijaban sus ojos vacíos en mí y su mirada fría me atravesaba.

Poco a poco las paredes de mi celda han ido desapareciendo, como si se convirtiesen en niebla. Me he encontrado por fin fuera de aquí. Los guardias y los turistas han dejado de pasar por mi lado, han seguido sus caminos y se han ido lejos, muy lejos… En su lugar, había otra gente se movía por mi alrededor. Gente anónima, de la calle, simples desconocidos. Éstos ni siquiera me miraban, sólo pasaban a mi lado ignorándome. Yo intentaba hablar con ellos pero mi cuerpo seguía sin poder moverse.

Hasta que he visto a mi padre. Estaba muy lejos pero le he reconocido. A su lado estaban mi madre y mis hermanos, pero sólo él me miraba. Ha sacado una mano del bolsillo de su americana con un fajo de billetes. Lo ha mirado, luego me ha mirado a mí, luego al fajo de nuevo. Ha sonreído, me ha dado la espalda y todos se han ido, alejándose de mí. Quise gritar, pedirles que no me dejaran, pero mi voz se negaba en salir.

Al poco rato ha aparecido Aron. Me ha abrazado por detrás y ha depositado un besito en mi mejilla. Yo me sentía muy feliz a su lado… Pero mis labios eran incapaces de pronunciar un “te quiero” y mis brazos de moverse para agarrarle y mantenerle a mi lado.  Y se fue, sonriéndome, y diciéndome adiós con la mano. Sin que yo pudiera impedírselo. Y de nuevo me he encontrado perdido entre un cúmulo de gente anónima que no me veía. Pero poco a poco ellos han dejado de pasar por mí alrededor y me he ido quedando solo. Por fin he conseguido mover mi cuerpo. Pero allí ya no había nadie. He corrido, de un lado para otro, durante mucho rato, pero no he encontrado a nadie. Estaba solo, por fin podía moverme pero estaba completamente solo. Al final he llegado a un puente muy alto. Me sentía muy triste, demasiado solo. Y me he tirado, porque no tenía a dónde ir, no tenía absolutamente a nadie ni nada. Prefería morir.

Y entonces me he despertado. No he podido volver a dormirme, no he logrado tranquilizarme ni siquiera entre los acogedores brazos de Aron. Me he levantado cuando he visto que JR lo hacía, y durante todo el día he sido incapaz de dejar de darle vueltas a lo mismo. He estado hablando con JR, y luego hemos estado entrenando; eso me ha distraído un poco. Pero ahora que he vuelto a quedarme solo con mis pensamientos esta idea no para de atormentarme. ¿Qué será de mí cuando salgamos de aquí? No tengo nada, ni a nadie, ni un lugar al que volver. ¿Viviré en la calle como un mendigo? ¿Qué voy a hacer si me quedo solo?

Aron se ha quedado atónito con mi respuesta. Antes de que pueda decir nada se lo cuento. Todo. El sueño, la forma en la que mis padres me vendieron, ya que recuerdo que él no estaba el día que se lo conté a los chicos… y también mis miedos a quedarme solo.

Aron me escucha, se asombra de mis explicaciones, me tranquiliza con sus gestos y con sus palabras. Es un encanto. Creo que su presencia es suficiente para hacerme sentir mejor. Me dice que nunca estaré solo porque el siempre estará a mi lado. Ojalá pudiera creerle.

Me siento mal por haber estado tan distante con él recientemente. Creo que con esto le he mareado un poco y no se lo merecía. ¿Pero qué más podía hacer? Le amo, con todas mis fuerzas, es la única persona con la que quiero estar. Y por eso no podía permitir que pasara nada entre nosotros. Porque le quiero demasiado y por nada del mundo quiero perderle.

Dejo lo que estoy haciendo y miro hacia la pareja, Minhyun y Aron sentados abrazados en los colchones. Sonrío. Se ven tan bien juntos… Ojalá se dejaran ya de tonterías.

Entiendo los motivos de Minhyun, pero ya le he dicho que no vale la pena pensarlo tanto, que es contradictorio con lo que quiere, y que así solo consigue marear a Aron. Si hablase con él y le dejara las cosas claras…

– ¿No vas a hacer nada?

Me giro hacia Lime, sorprendido.

– ¿Hacer qué?

– Bueno… – Responde como nerviosa – Minhyun y tu… No sé, ¿No te pone celoso verles juntos?

– ¿Celoso? – me rio – no, para nada. Min solo es mi amigo, me alegro por él. Sonrío, les hecho un último vistazo y me pongo de nuevo manos a la obra.

Esto empieza a ser cansino…

No sabía todo eso sobre el pasado de Min. Me ha dado mucha pena saber que sus padres lo vendieron, y que cuando salgamos no tiene a donde ir. De hecho… hace días que quiero proponerle algo, pero con sus cambios de humor conmigo y con JR por en medio no me he atrevido a hacerlo. No puedo proponerle algo así si no estoy seguro de que me quiere… pero ahora mismo está muy cariñoso conmigo, parece el Min de siempre. Creo que puedo intentarlo.

– Oye Min… Me  gustaría que cuando salgamos de aquí vinieras a vivir conmigo, ¿qué me dices?

Me hace mucha ilusión oír eso, me encantaría vivir con él. Pero no quiero que sea de esta forma. Ren también me dijo que si no tenía a donde ir me acogería a su casa. Claro, ¿qué van a decir? Pero no quiero que nadie me acoja por pena. No quiero vivir de invitado en casa de otro porque les da lástima que no tenga a dónde ir.

– Aron, es mejor que no. No quiero que tú y tu familia me acojáis en vuestra casa como si fuera un perro abandonado, sólo porque os doy pena.

– ¿Cómo? No te propongo nada porque me des pena, y en ningún momento he hablado de vivir con mi familia.

– ¿Eh?

– Te estoy pidiendo que vayamos a vivir juntos. Tú y yo solos, como pareja, simplemente porque nos queremos. Incluso podríamos casarnos, en mi país es legal.

¡¿Eh?! ¡¿CASARNOS?! ¡¿Cómo que podríamos casarnos?! ¡Y lo dice muy convencido! ¡¿Cómo coño vamos a casarnos?! ¡¿Es que se ha vuelto loco de remate?!

– ¡NO! ¡No, no, no, ¿qué dices?! ¡NO!

De repente le cambia la cara. Mierda, la he liado.

No esperaba esa negación tan radical, menudo rechazo. Veo que me he precipitado, no debería habérselo pedido. Soy imbécil. Imbécil, imbécil, imbécil. Está claro que algo falla entre nosotros, al final debe de ser cierto que no me quiere de la misma forma que yo lo hago.

Las lágrimas se amontonan en mis ojos; no, no voy a llorar, no delante de él.

Fuerzo una sonrisa que sea de lo más creíble posible y suelto una risilla histérica.

– Era broma, era broma, no le des más vueltas –no, no era broma, y lo sabes tan bien como yo.- Perdona, creo que voy a ir a dar una vuelta.

Me levanto evitando cruzarme con su mirada y me largo, sin darle tiempo a contestar. Porque ya no lo soporto más.

– ¡Aron! Aron, espera… -es lo último que oigo detrás de mí, seguido de un sollozo.

Necesito alejarme de aquí, quiero estar solo. Esto ha sido un golpe demasiado duro. ¿Por qué, Min, por qué? Ojalá supiera lo que piensas. Ojalá supiera lo que sientes. Ojalá supiera qué ha cambiado entre nosotros.
– Baekho, ahora en serio, ¿dónde vamos?

No, no tengo paciencia, o llegamos ya a dondesea que me lleva o le empotro contra la primera pared que encuentre.

El me mira y sonríe, ah, esa sonrisa…es como si ahora esta enorme sala oscura fuera un poco más luminosa.

– Ya queda poco Rennie, ya lo veras, espera cinco minutos ¿vale?

– Está bien…

Aprieta un poco más el agarre de nuestras manos y acelera el paso sin soltarme ni un segundo. Suerte que no me mira porque entre mis hormonas y todo este rollo de parejita azucarada me estoy poniendo más rojo de lo que creía posible.

Y por fin, después de muchas vueltas, se para de golpe. El sitio no parece nada especial en este rincón a primera vista, pero hay un pequeño detalle que lo hace diferente.

Un tragaluz. Es tan pequeño y mal situado que apenas ilumina la sala y no lo habíamos visto hasta ahora; pero se ve el cielo.

– Así que es de día…

Me quedo embobado sin decir nada, después de años sin ver la luz del sol me hace consciente de muchas cosas: de la magnitud de mi cautiverio, de lo cerca pero a la vez tan lejos que esta la libertad, de lo bonito que es el cielo, las nubes… cosas que hasta que no te ves privado de ellas no valoras lo suficiente.

– Quería enseñártelo. – Le hablo bajito, casi no me atrevo a romper el silencio, como si intentase «sentir» el exterior también con mis oídos – Te prometí que veríamos juntos el sol un día. Ahora no se ve el sol, pero estamos un poco más cerca, ¿no te parece?

Asiente en silencio, emocionado. Sin palabras, igual que me he quedado yo al encontrarlo esta mañana. Tenía que enseñárselo. Pero no es solo eso.

– También… Quería decirte algo – lentamente aparta la vista de la diminuta ventana y me mira a mí, y yo aparto la mirada de sus ojos, cohibido.

Se muere el labio de una forma muy sensual mientras mira el suelo fijamente, nunca le había visto tan nervioso. Pero al final empieza a hablar, aun con la mirada baja.

– Puede que te parezca precipitado, porque… bueno, en persona no hace ni una semana que nos conocemos pero… creo que yo… – Que mono, ¿todo esto para declararse? Siempre consigue que me sienta como una colegiala… – creo que nos hemos vuelto muy próximos, ya lo éramos con las cartas pero… – ¿Porque se enrolla tanto para decir algo tan simple? ¿Próximos? ¿En serio?  – ahora siento que no quiero perderte, que quiero protegerte, aún más, que no lo soportaría si te pasara algo, y que quiero sacarte de aquí, hacerte feliz y… – ¿Porque cada vez que para se muerde el labio? Joder, es demasiado sexy, ¿Porque no deja de hablar y me besa?  – aunque no tenga muy claro lo que esto significa, sé que no soportaría perderte, y… Me importas mucho Ren, demasiado, creo que más de lo que sería normal entre dos hombres… – ríe nervioso y se rasca la cabeza, que mono… ¿Pero porque habla tanto? Baek, cielo, o vas al grano o te como la boca para que te calles – aunque viendo a Minhyun y Aron ya no sé si es raro o no… Es algo que nunca me había planteado antes de entrar aquí, de conocerte, aunque claro, hay muchas cosas que no me había planteado hasta entonces, – ¿es que no va a parar nunca de hablar? Baek,  cállate de una vez, ¿por qué no te callas y me besas? vamos, cómeme la boca, venga, por favor, no dejas de darle vueltas a lo mismo, ¿no ves que me muero por besarte? ¿es que no lo ves, joder? vale, ya me he cansado, si no lo haces tú lo voy a hacer yo, ¿me oyes? quiero comerte la boca, ¿no lo pillas? y voy a hacerlo, vamos cállate, no aguantare demasiado, cállate y bésame – supongo que era muy joven, y no sé qué hubiera pasado di te hubiera conocido fuera de aquí, no puedo saberlo, solo sé que cuando te “vi” aquí, bueno, te percibí, te sentí, lo que sea, me enamoré de ti des del primer momento… vaya, al final lo he dicho, no me atrevía, porque me costó darme cuenta, y aún más aceptarlo, y claro, tampoco sabía que sentirías tu…

Apenas le veo saltar hacia mí, cerrar los ojos y presionar sus labios sobre los míos.

Mi corazón se dispara, desbocado. No puedo creerlo…Tan fácil… cierro los ojos y me concentro en sentir, en sentir su tacto suave, sus manos detrás de mí cuello, su cintura delgada entre mis brazos…

Apenas dura unos segundos, se separa y nos miramos a los ojos. Se sonroja y esconde la cara en mi cuello, yo le abrazo y sonrío, tanto que me duelen las mejillas, no puedo reprimirlo.

– Vaya… no pensé que… ¡Aish! Rennie… yo… – me tapa la boca con dos dedos, se separa y me mira a los ojos riéndose.

– ¿Siempre hablas tanto cuando estás nervioso?

– Creo que sí…

Le oigo reírse, y me río yo también. Le oigo murmurar “que mono…” y siento como me besa otra vez. Creo que mi corazón va a salirse disparado.

Se separa y me mira a los ojos otra vez, terriblemente sonrojado (como yo) pero determinado a no esconderse, y yo le aguanto la mirada, ambos conteniendo la risa.

– Bueno pues… – empieza – quiero oír eso que ibas a decirme – ¿eing? – sin rodeos ni que te estés hablando media hora, quiero oírte diciéndolo…

Pensaba que no podía sonrojarme más, ya veo que me equivocaba… Vamos Baek, son solo dos palabras, no debería costarte tanto… Pero me mira, fijamente, con esos ojos tan preciosos que tiene, sonriendo un poco, esperando…

Bajo la mirada al suelo, respiro hondo y vuelvo a subirla a sus ojos.

– Te quiero…

Es apenas un murmullo, pero provoca que su rostro se ilumine con la sonrisa más enorme que he visto jamás. Se acerca y me besa otra vez, y cuando se separa le abrazo y se lo impido, buscando sus labios. Tan dulces, tan suaves.

– No importa lo que pase, – murmuro aún contra sus labios – aquí, ahora, estoy feliz de estar contigo.

Sonríe aún más, me abraza con más fuerza y me da otro beso corto.

– Baek… – murmura – Te quiero… – Mi corazón se hincha, latiendo desbocado, y miles de mariposas revolotean en mi estómago –  Gracias por quererme, por darme la fuerza necesaria para seguir luchando.

Cojo su rostro entre mis manos, apartando de su frente el flequillo, resiguiendo su mejilla con mis dedos, sus labios, su cuello…

– Gracias a ti, por darme una razón para seguir viviendo.

Y nos quedamos abrazados, besándonos una y otra vez, apenas rozándonos, pero incapaces de separarnos.

Acerca de ShirokoToKuroko Fanfics

Somos... Otakus, k-popers, fujoshis, y... bueno, no vamos a poner el resto aquí! XD vale, vale... nos encanta leer y escribir, mirar animes y doramas, dibujar, escuchar música y fangirlear a tope!!!! y si, estamos locas! ^^

Publicado el abril 19, 2013 en ACTION y etiquetado en , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 9 comentarios.

  1. waaa……:D,….super el cap…..baek porfiiiiin lo dijiste…..:DD……baek hablas demasiado…jejejeje….kyaaaa…super…..grax por seguirlo subiendo….^^…yap espero kon ansias el prox cap…^^….tienen mi apoyo….jjejejejje…..FIGHTING!!!…..:DDDD……amo este fic…^u^….

  2. trini y snk2013

    Tarde pero llegue wiiiiiiiii

    Ohhh tan lindo, me encanta baek – ojala fuera mio, o.k no, pero algún dia , algún dia será mio muajajajajajajajaja-

    Bueno que mas decirte, como siempre sigue con esta historia esta super super super

    POSDATA- He visto los one shot de SHINee y quede O.O ORGIA, me quede traumada
    LOS 5 HACIENDOLO ME ESTAS MATANDO

    Pero no importa, me gusto NO TARDES EN EL SIGUIENTE CAPI POR FAAAAAAA T.T
    Bye

  3. Aun me siento mal x Aron, Minhyun la riegas al contestarle e.e
    y cierto Baekho debe dejar d hablar tanto xD
    fighting espero el proximo cap con ansias OwO

  4. trinidad antilao

    Cuento ha pasado 3 semanas

    3 SEMANAS, por que tanto, quiero conti conti conti conti T.T

    por fisss por fissss

    No tengo nada mas que decir solo CONTI

  5. trinidad antilao

    waaaaaaa, no actualizaron por que, yo quería seguir leyendo
    Pero algún dia tendrán que seguir
    Tengan cuidado por que en cualquier momento podrían aparecer, mensajes,con contenido no deseado muajajajajajajaj cof cof cof cof cof -se atora con su risa malvada-
    Sigan plisssss

    • ¡Hola de nuevo trini! ¡Nos hace muy felices tu entusiasmo! A lo mejor no lo has visto pero justo ayer publicamos el capítulo 21, ¡y esperamos que no te decepcione! Publicaremos el 22 tan pronto como nos sea posible. ^^

  6. morii con esto :3 casi que no se besan! me encanto amo esta pareja XD

  1. Pingback: ¡ACTION! | SHIROKOtoKUROKO

Replica a trinidad antilao Cancelar la respuesta